En la Consulta de Nutrición, ¿Es Suficiente el plan de Alimentación?

Quien acude a una consulta de nutrición tiene un objetivo en mente, que va desde la pérdida de peso, el aumento de masa muscular, la tonificación, la mejora del rendimiento deportivo, la mejora de parámetros de salud (enfermedades gastrointestinales, Diabetes, Colesterol, entre otras) o la adaptación de la dieta a determinados patrones alimentarios con restricciones dietéticas (vegetarianismo y veganismo o en situación de alergias/intolerancias alimentarias). Por lo tanto, la consulta de nutrición tiene una finalidad muy amplia, y es importante reflexionar sobre si el plan de alimentación es una herramienta suficiente para conducir al éxito y a la consecución del objetivo de cada proceso.

Consulta de Nutrición

En un primer contacto con el cliente, el nutricionista necesita recopilar diversa información para asegurarse de que el objetivo y todo el trabajo que realizarán juntos logre buenos resultados.

En esa información recopilada tenemos:

• Datos clínicos – que incluyen el historial de salud, la medicación y la suplementación habituales, los análisis clínicos (cuando sean necesarios), las alergias y/o intolerancias alimentarias.
• Historial alimentario – alimentación habitual, preferencias alimentarias, preparación de las comidas, creencias alimentarias y dificultades para seguir el plan.
• Estilo de vida – actividad y ejercicio físico, hábitos de sueño, rutinas laborales, logística familiar, entre otros.
• Evaluación antropométrica – composición corporal (peso, altura, masa grasa, entre otros), perímetros y pliegues corporales.

Con toda esta información recopilada, el nutricionista está en condiciones de elaborar un plan de alimentación, calculado, organizado, planificado y consensuado con el cliente para garantizar su aceptación y cumplimiento.

Pero la pregunta sigue siendo: ¿es suficiente el plan?

Herramientas de Apoyo

En las consultas de seguimiento, se analiza y se reevalúa la aplicabilidad del plan de alimentación sugerido y, en este momento, surgen diversas dudas y preguntas sobre su aplicación en la vida diaria. En este momento, es importante tener diferentes herramientas que permitan al cliente seguir el plan y ajustarlo según las especificidades de la vida diaria.

¿Y qué herramientas pueden servir de apoyo? Aquí, cada profesional debe evaluar su estrategia de trabajo para cada cliente de forma individual y aplicar aquellas que resulten más pertinentes. No obstante, todos estos materiales deben estar previamente preparados para facilitar el trabajo del técnico a la hora de abordar los temas con el cliente.

Recetas

Uno de los temas más solicitados en las consultas de nutrición, ya que la monotonía en el plan de alimentación es uno de los primeros factores de abandono. Así, el cliente se siente más seguro y tranquilo si dispone de sugerencias variadas que atiendan a las exigencias de su plan, sabiendo que su aplicación no comprometerá los resultados buscados.

En las recetas, ambas son opciones importantes para las comidas principales (almuerzo y cena), así como pequeñas meriendas e incluso alternativas más sanas y/o adecuadas que pueden sustituir a alimentos menos interesantes desde el punto de vista nutricional (como salsas y pasteles).

Lista de la compra/planificador

Otra dificultad señalada en las consultas es la organización. Las personas se sienten motivadas, empiezan comprando los productos, pero con el tiempo empiezan a desorganizar lo que tienen disponible en la nevera/armarios. Aquí es importante conocer bien la logística familiar y vital, si se tienen hijos, la frecuencia con la que se hace la compra, los horarios para preparar las comidas, etc.

No hay nada como un buen planificador, que distribuya las comidas por días de la semana, así como las cantidades semanales que hay que comprar, adelantar los preparativos culinarios, organizar bien los armarios y la nevera, entre otros consejos para fomentar una buena organización en casa.

Lectura de etiquetas

En el mercado alimentario aparecen a menudo nuevos productos y ofertas, y las marcas adaptan y ajustan constantemente sus productos a la demanda y las preferencias de los consumidores. Por estas razones, los clientes, que a menudo buscan novedades, quieren probar y conocer los productos disponibles. Así pues, la lectura de las etiquetas es una herramienta que permite a las personas ser autónomas, ya que interpretan y analizan el producto en cuestión, y así hacen una elección alimentaria más consciente.

Por encima de todo, cualquier proceso de seguimiento en el área de la Nutrición tiene como objetivo mejorar la salud de las personas, por lo que es pertinente que este resultado esté garantizado a largo plazo, y además del plan de alimentación, estas herramientas permiten la aplicación del plan de una forma más tranquila y autónoma para el cliente.

Nutricionista, Jacinta Mendes
3341N